Ciudadanos no es sospechoso de dinamitar nada, pero tampoco de plegarnos a nadie

  • Por Francisco José Requejo, portavoz municipal de Ciudadanos Zamora

Construyendo y no destruyendo, realizando oposición sensata, sumando y no restando y desde la máxima responsabilidad. Éstas son las premisas con las que se nos identifica en el Ayuntamiento de la capital desde que entramos a formar parte de la nueva corporación en el año 2015. No somos sospechosos de haber llegado al Consistorio para dinamitar nada, pero tampoco de plegarnos ante nadie. Nuestro grupo municipal no es muleta de ningún partido y así lo hemos repetido incansablemente, por si alguno de los líderes municipales no acababa de entender nuestro claro mensaje.

Y en el pasado pleno sobre los presupuestos para el próximo año lo hemos dejado meridianamente claro. Veníamos advirtiendo al equipo de gobierno desde hace meses sobre la improvisación de la que hacía gala un pleno sí y otro también, incluyendo expedientes y mociones por la vía de urgencia. Criticamos duramente la unilateralidad de muchos de sus concejales a la hora de resolver conflictos laborales que nos atañen a todos como el reciente con la Policía Municipal y, lo que es más grave, la falta de cualquier reparo a la hora de saltarse acuerdos adoptados en pleno.

Pues bien, ante similares circunstancias nos han situado, al resto de los grupos municipales, los concejales del equipo de gobierno al presentarnos las cuentas anuales, con tan solo una semana de antelación. Se trataba de adoptar una posición en el pleno más importante del año, donde se pone sobre la mesa las cuentas que decidirán a qué se destinará el dinero público aportado por todos. Es algo muy serio, ante el que nuestro grupo se enfrenta en cada ocasión con mayor responsabilidad.

También lo hicimos en esta ocasión cuando no pudimos dar el visto bueno a unas cuentas que apenas tuvimos la oportunidad de mirar por encima, en las que no pudimos aportar, y que no contemplan dos líneas que para nuestra formación son infranqueables: una mayor bajada en el recibo del IBI para el próximo año y el aumento de la cuantía de ayudas a emprendedores.

Valoramos que el Ayuntamiento haya pagado la deuda y por ello hemos pedido, en reiteradas ocasiones, que se empezara a destinar ese dinero en ayudar a las familias de la capital a través de una bajada de impuestos y a inversiones que mejoren la maltrecha economía de la capital. Pues bien, el equipo de gobierno no contempla una reducción impositiva, anuncia que retomará proyectos fallidos como las obras del Banco de España, en las que ya les advertimos de lo que sucedería si en los contratos municipales solo se tenia en cuenta la premisa del precio, y para financiarlos opta por mantener la carga fiscal que soportan las familias.

Desde Ciudadanos no podemos sumarnos a algo así. Nuestro grupo ha tenido siempre la suficiente altura de miras para no caer en el error de obstaculizar un buen trabajo, sin importarnos ideologías y así lo hemos demostrado en no pocas ocasiones. Pero ante todo nos guiamos por el compromiso y la responsabilidad con nuestros ciudadanos y debemos realizar la labor que se nos encomienda como oposición, la de fiscalizar la gestión del equipo de gobierno y alzar la voz cuando no la consideremos correcta.

Y si bien hemos demostrado una vez más no ser muleta de nadie, también hemos huido siempre de la trinchera del “no por el no” de la que hacen gala los concejales del Partido Popular. Con esta actitud que raya la prepotencia los conservadores no dejan demasiadas opciones para el entendimiento, sólo para la estrategia del victimismo que acostumbran a utilizar aislándose ellos mismos.

Nosotros sí aportamos y seguiremos haciéndolo, pero los que lideran el Ayuntamiento de la capital deben ser cada vez más conscientes de que gobiernan en minoría y que deben escuchar a la oposición para llevar a cabo su tarea. No hemos llegado para ser comparsas de nadie, estamos para aportar y construir, y demostrar que Cs puede gobernar y gestionar mejor los recursos de los que disponemos.

Queda mucho por hacer y se puede gestionar mucho mejor. Es tiempo de diálogo, de escucha activa y no solo para rebatir al contrario y, sobre todo, de responsabilidad porque hasta ahora ni el bipartito de IU y PSOE, ni los conservadores del PP han demostrado estar a la altura.